lunes, 13 de mayo de 2019

3.1. HORA DEL CUENTO

La mayoría de los niños necesitan aprender a escuchar la palabra hablada, la voz desnuda de quien intente narrarles un cuento sin la asistencia de algún recurso.

Existen tres estrategias para transmitir a los niños los cuentos: cuentacuentos, lectura y narración con libro.
A continuación, vamos a explicar en qué consiste cada una de ellas.

Cuentacuentos

En el cuentacuentos hay que tener en cuenta varios aspectos: los recursos utilizados para empezar el cuento, la entonación, el ritmo, las voces de los personajes, la expresividad, onomatopeyas, el volumen y la entonación…

Antes de contar el cuento tenemos que saber de qué va y estar enterados de lo que vamos a contar para poder interactuar de buena manera.

Es importante mantener, durante la lectura, tanto contacto visual con los niños oyentes como sea posible, sin temer las interrupciones que hacen con frecuencia cuando piden que se les repita algo o se les explique el significado de algún término que no entiendan.

Lectura
Cuando un adulto lee un libro, es como “un mago que conociera un código secreto que le permite adentrarse en un mundo desconocido lleno de personajes y de historias”. Los niños desean conocer también ese código secreto para acceder a los mundos maravillosos que se esconden detrás de las letras.
Es fundamental que el niño escuche y entienda los cuentos que se les leen y que comparta con otros niños esa sensación de emoción, expectación, silencio y comprensión. El niño que escucha, lee la significación de la narración en la entonación, en el ritmo, en el gesto, en los movimientos corporales...
Para leer una historia a los niños de infantil hay que tener en cuenta muchos de los aspectos ya planteados también en el cuentacuentos: entonación, ritmo, volumen, expresividad, pausas, interactuación... y, además, hemos de leer despacio, claro y vocalizando, aunque sin resultar tediosos. No olvidemos que los niños sólo cuentan con nuestras palabras y con su imaginación para comprender, recrear y disfrutar la historia.
Pensemos, por otra parte, que éste es un importante contacto con la lectura, por tanto, tenemos que servir de ejemplo y leer como leeríamos a un adulto, es decir, sin cambiar las voces de los personajes y sin exagerar las entonaciones.

Narración con libro
La técnica de la narración con libro es muy parecida al cuentacuentos, porque en realidad no se lee, sino que se cuenta, pero con el apoyo de las imágenes. El narrador va recreando la historia a través de las ilustraciones que muestra a los niños y va asegurándose de que se fijan en los detalles, en los gestos, en los movimientos...
Al igual que en el cuentacuentos, debe conocer la historia de antemano para transmitirla con sus palabras y para interactuar continuamente con los receptores.
Normalmente los maestros utilizan para esta técnica libros grandes con ilustraciones llamativas y de un tamaño suficiente como para que puedan verlas todos los niños.

- Actividad
Esta actividad consiste en realizar un taller en el que nos dividimos en grupos de tres compañeros y cada compañero realiza una estrategia elegida de las tres explicadas anteriormente. Cada miembro del grupo, cuenta su cuento según su estrategia, uno por uno, para así después recoger las anotaciones y críticas del resto del grupo. Este taller es muy útil ya que al principio, en el primer grupo, estás un tanto nervioso pero luego, a medida que cuentas el grupo a más compañeros, se pasa y vas mejorando al contarlo.

El libro que voy a usar en este trabajo es el mismo que seleccioné para el primer trabajo ya que me gustó bastante, se llama ‘Te quiero un montón’ y entre las tres estrategias he elegido narración con libro, ya que en esta estrategia es importante que las ilustraciones del libro sean coloridas y bien definidas. ‘Te quiero un montón’ es un libro grande con un dibujo en cada página en el que aparecen un niño con su madre (cosa que me parece importante y especial para ellos). Esta actividad me la preparé leyéndome el cuento para mí misma, en voz baja, para así cambiar algunas cosas y no contarlo tal cual viniera en el cuento. Más tarde se lo conté a mi hermana en voz alta dos veces y representando las onomatomeyas que aparecen en el cuento y cada vez viendo más aspectos que podía mejorar.




Esta actividad iría dirigida para niños de 3 o 4 años donde ya empiezan a crear vínculos más fuertes tanto con el padre como con la madre. El libro refleja la necesidad que tiene un niño de tener a su lado una persona que le proteja, que le cuide, que le respete, que le quiera y que le acaricie, que esté atenta a él…  y eso lo ven reflejados en el padre y la madre.
En la narración con libro, este cuento lo contaría mientras voy enseñando las fotos e interactuando con los niños y haría preguntas del tipo: ‘¿Vuestra mamá también os cuenta un cuento antes de dormir?’, ‘¿Qué pensáis que va a hacer la mamá?', '¿Creéis que le va a contar el cuento?'.
Otro aspecto positivo de este cuento es que la mamá, al final de la noche, le dice ‘te quiero’ a Garbancito de muchas formas, por ejemplo: como las vacas ‘te quiero muuuuucho muuuucho’, como los patos ‘cuuua cuuuua cuaaanto te quiero’, en bajito como si fuera un secreto, gritando para que se entere el mundo entero, con la nariz tapada, etc.
Al contar este cuento con sonidos y gestos, les diría a los niños ‘a ver cómo se hace’ para que ellos lo repitieran y así también puedan divertirse.

Al realizar esta actividad con el primer grupo formado por María González y Sara Pérez, al principio estaba un poco nerviosa pero me dieron esa confianza para poder contar el cuento con tranquilidad. Pero aún así, las críticas y anotaciones que recibí por parte de ellas fue que no contara el cuento tan rápido, cosa que en la segunda y tercera vez de contarlo, lo pensé y lo mejoré.


En cuanto a las dos estrategias restantes, María tenía lectura (realizó bien su actividad y creo que escogió muy bien el cuento ya que al ser lectura se puede hacer muy pesado) y Sara cuentacuentos (realizó bastante bien su actividad a pesar de estar algo nerviosa y lo interpretó de manera no aburrida).

En el segundo grupo, formado por Marta Vega y Patricia Abril, aún seguía un poquito nerviosa y tuve en cuenta la anotación de no contarlo tan rápido. Las compañeras me dieron  la idea de hacer las preguntas durante la historia, ya que la narración con libro es una de las estrategias  que más favorece la intervención con los niños.

En este grupo, Marta tenía la estrategia del cuentacuentos (me gustó los cambios de voces que hizo y le comenté que debería de contar el cuento de forma más natural) y Patricia tenía la lectura (hizo muy bien los cambios de entonación en la letra en negrita y le comentamos que debería de leerlo un poco más lento y la verdad que este cuento no lo había escuchado nunca antes y me encantó).

Y por último, en el tercer grupo formado por Marina Calvo y Sandra López, ya estaba mucho más relajada y fue la vez que mejor conté el cuento, me dieron ideas también de en vez de hacer preguntas en medio del cuento las hiciera al final (cosa que no creo que sea correcta, ya que hay que interactuar continuamente con los alumnos) y que representase tanto las onomatopeyas como los gestos a la hora de interactuar con ellos.

En este último grupo, Marina tenía la estrategia de lectura (me pareció un libro muy bonito y lo contó muy bien pero quizás fue un poco largo y eso hace que sea un poco pesado) y Sandra la de cuentacuentos (contó el cuento de Caperucita Roja de manera divertida y cambiando las voces de los personajes).

Los tres grupos a los que conté mi cuento me dijeron que era un libro muy bonito y muy tierno.

A la hora de contar este cuento a mis compañeras, me sentí un poco extraña ya que no es lo mismo contárselo a ellas que a niños de 3 o 4 años, y sobretodo lo noté a la hora de representar las onomatopeyas y gestos. Pero está claro que a la hora de contárselo a niños de 3 o 4 años, no me contaría nada.

Como conclusión, me parece muy interesante el taller realizado de cara a nuestro futuro como maestros ya que es fundamental que conozcamos las distintas maneras de contar un cuento en el aula infantil. También es bueno recibir críticas y opiniones de los demás compañeros para poder mejorar algunas cosas y ver también qué es lo que hemos hecho bien.


Una vez realizado este taller me ha quedado bastante más claras las diferencias entre las tres estrategias y ya no solo saber cómo tengo que realizar yo mi estrategia sino también las de los demás compañeros.

Este bloque ha sido uno de los que más me han gustado.





Bibliografía:

- Fotos del libro cogidas de Moodle
https://online.lasallecampus.es/pluginfile.php/79249/mod_resource/content/1/GUÍA%20Literatura%20infantil.pdf
https://online.lasallecampus.es/pluginfile.php/79250/mod_resource/content/1/Gu%C3%ADa%20de%20trabajo%20Literatura%20infantil.pdf

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