jueves, 30 de mayo de 2019

2.2. TEXTOS FOLCLÓRICOS


¡Hola a todos!

Hoy quería haceros varias preguntas sobre la Literatura folclórica infantil para después poder comentar.

"¿Qué se entiende por folclore? ¿Cómo podemos explicar por qué es tan importante el folclore?"

El folclore es la riqueza de cada pueblo, cada región, o país. Es donde reside la cultura y la tradición de cada lugar. Por lo tanto, debemos enseñar a los niños a valorar esta herencia, para que la transmitan de generación en generación. La palabra “folclore” hace referencia a diferentes aspectos de la cultura popular y tiene tres características fundamentales: el anonimato, la oralidad y la multiplicidad de variantes.

Es por ello, que resulta de especial importancia la incorporación de la literatura oral en la escuela. Este tipo de literatura supone, como he comentado anteriormente, hacer que el niño viva la palabra que ha permanecido durante generaciones y a su vez incorporarlo a su cultura o a otras culturas ancestrales.

El cuento folclórico es un relato breve de asuntos ficticios y de carácter lúdico surgido de la tradición oral y que tiene gran herencia cultural.

Los cuentos folclóricos no son originariamente para niños en la mayoría de los casos y sus moralejas no eran comunes ya que, como bien sabemos, su principal objetivo era lúdico.

Es importante no confundir “moraleja” con “enseñanza moral”. Los maestros tenemos que entender que por muy pequeños que veamos a los niños, son perfectamente capaces de establecer significados simbólicos y tenemos que potenciar en ellos esa reflexión y no dar respuestas anticipadas. Sus características son: es oral, tradicional, anónimo, empírico, regional, no sistemático y universal.

Por un lado, no hay que explicar los cuentos a los niños pequeños, hay que dejar que decidan ellos lo que están recibiendo del texto. Por otro lado, es oportuno señalar que los textos folclóricos son para contar y no para leer (por lo que el lenguaje del texto seleccionado se cambiará cuando nosotros lo narremos).

Como apuntaba Vygotski, el desarrollo mental del hombre tiene su origen en la comunicación verbal entre el niño y el adulto, y este es uno de los motivos por los cuales la literatura folclórica tendría que estar más presente en el aula.

Podemos decir que una de las cualidades de los cuentos es la de estimular la fantasía y la imaginación de los niños y así ayudarles a que desarrollen las habilidades lingüísticas como su lenguaje, su léxico y sus estructuras gramaticales.

Los cuentos abren al niño un amplio abanico de posibilidades ya que transmiten una serie de conocimientos, tradiciones y maneras de ser y de pensar propias, usando la imaginación. Así pues, se podría decir que, los relatos orales infantiles ayudan a los niños a conocer y explicarse el mundo. Al igual que estos cuentos sirven para ser contados, también sirven para ser cantados.

Este proyecto está pensado para los alumnos del 3er curso de Educación Infantil (niños de 5 y 6 años) ya que es al final de la etapa de Infantil cuando, normalmente, los niños están en un momento evolutivo fantástico, no sólo para escuchar cuentos sino también para extraer los mensajes que más les llaman la atención e imaginarlos. A esta edad, los niños y niñas tienen una comprensión de la lengua más elevada y es por ello que les permite analizar e ir más allá del argumento del cuento teniendo la imaginación siempre presente.

He seleccionado los 3 cuentos folclóricos más idóneos para contar a los alumnos teniendo en cuenta la versión más adecuada para estas edades y no basarme en otras adaptaciones.

A la hora de escoger la mejor adaptación, es importante tener en cuenta el momento evolutivo de los receptores y que los temas, las situaciones y los valores sean comprensibles y significativos para dicha edad. En este caso, los tres cuentos seleccionados son de fácil comprensión.



CUENTOS FOLCLÓRICOS

1. EL PATITO FEO




El primer cuento seleccionado es el de El patito feo. Este libro en especial, me parece muy curioso. Trata sobre una mamá pata que tenía un nido y está esperando a que nacieran sus hijitos. A la mañana siguiente, en un día muy soleado, nacen los patitos y el último que nace es más grande y de otro color. La mamá pata decide darles una vuelta y así presentárselos al mundo y los hermanos le empiezan a menospreciar y a hacerle ascos.

Al dar este paseo, se encuentran con la vieja vecina de la cinta roja y le dice a la mamá pata que "ojalá pudiera hacer al patito otra vez". La mamá pata le contesta que "¡eso ni en broma!", que, aunque sea más feo que los demás tiene buen carácter y nada en el río igual de bien que ellos.

Pero a medida que pasaban los días, todo empeoraba y, por lo tanto, el patito feo se escapó durante todo el otoño y durante todo el invierno buscando algo de refugio. Se encontró con unos animales espléndidos. ¡Eran cisnes! Entonces, de repente, probó a alzar sus alas. El zumbido que hicieron sus alas fue más fuerte que otras veces, y lo arrastraron rápidamente a lo alto. Y en el agua del río vio un reflejo de sí mismo, pero no el reflejo de un pájaro torpe y gris, sino el de un cisne. Y ahora, nadie se metía con él, todo lo contrario, le halagaban.





El Patito Feo es uno de los cuentos infantiles de Hans Christian Andersen más educativos. He escogido este cuento ya que creo que va acorde con la edad de 5 y 6 años. Creo que, a esta edad, los alumnos entienden perfectamente “el objetivo” del cuento (sobre todo el principio).

En cuanto a su estructura, consta de:

- Introducción: Todos los huevos rompen sus cascarones, pero hay uno que tarda más en romperse. Finalmente, este también se rompe, y los demás patitos tardan poco en darse cuenta de que es diferente.

- Nudo: El hecho de que el “patito feo” sea diferente provoca las burlas y el rechazo entre sus compañeros.

- Desenlace: Finalmente, este patito se convierte en un cisne, y provoca el asombro de todo aquel que se reía de él. Este patito siempre ha tenido buen corazón a pesar de las burlas que recibía.


El viaje del héroe de este cuento folclórico, se basa en toda la historia del patito feo, que desde su nacimiento hasta que se convierte en cisne. Se centra en su aspecto exterior, olvidándose por completo de su belleza interior.

Respecto al vocabulario del cuento, cambiaría una serie de expresiones que no me parecen adecuadas para niños de esta edad, ya bien porque les afecte o se rían o simplemente les haga pensar sobre ello y aprenderlo:

"¡Vaya! ¡Cómo si ya no fuésemos bastantes! Ahora tendremos que rozarnos también con esa gentuza". "¡Qué patito tan feo! No podemos soportarlo." Me parecen expresiones horrorosas para decir a un hermano.

Pero el pobre patito que había salido el último del cascarón, y que tan feo les parecía a todos, no recibió más que picotazos, empujones y burlas, lo mismo de los patos que de las gallinas. Una vez explicado que el patito no era igual que los demás y que era “odiado” por todos, no veo necesario volver a explicarlo con esas palabras (picotazos, empujones y burlas). “El patito se vio acosado por todos. Incluso sus hermanos y hermanas lo maltrataban de vez en cuando y le decían: ¡Ojalá te agarre el gato, grandullón!”.

Lo que intenta transmitir este cuento es algo que va a ser necesario para el futuro de los niños y algo muy importante que pueden reconocer. Ser diferente a los demás no debe avergonzar a nadie, y mucho menos a los niños.

Es importante también que se pongan en el papel de ‘El patito feo’. Por ello, haría una actividad separándoles en grupos de 5 alumnos y representar la escena de los patitos con el patito diferente, de manera menos vulgar que está explicada en el cuento, y que el alumno que ha hecho de patito diferente explique cómo se ha sentido.

Las preguntas se centrarán en el comportamiento de los hermanos durante el principio del cuento. También se tratarán temas como la empatía o aceptar a alguien tal y como es.

·      ¿Cómo ha sido el comportamiento de los hermanos patitos?
·      ¿Es un comportamiento de no empatía? ¿Por qué?
·      ¿Cómo creéis que deberían haber actuado?

Adaptación más importante del cuento de Hans Christian Andersen:

Adaptación infantil:

Otras adaptaciones:


2. LA MAZORCA DE ORO


El segundo cuento seleccionado es el de La mazorca de oro. Pienso que este cuento debería ser conocido por todo el mundo.




Esta historia es muy diferente a otros textos folclóricos.

Un día, la muchacha se sentó en el granero y se puso a limpiar, como siempre, las mazorcas que había recogido durante la jornada. Eran grandes y tenían un aspecto fantástico. Por unos momentos se sintió muy feliz, pero cuando se puso a hacer recuento, comprobó que no había suficiente cantidad para hacer pan para todos y mucho menos, para vender a los vecinos.

La pobre, desconsolada, se arrodilló y comenzó a llorar ¿Cómo iba a dar de cenar a sus cinco hijitos si no podía fabricar bastante harina?… Si al menos su marido la ayudara podrían unir fuerzas y cultivar más maíz, pero era un egoísta que solamente pensaba en sí mismo y en su propia comodidad. Miró al cielo y pidió al dios bueno que tuviera compasión y le diera fuerzas para continuar.

De repente, notó que en una esquina algo brillaba con intensidad. Se quedó muy extrañada, pero ni siquiera se acercó; imaginó que se trataba de un rayo de sol que incidía sobre una caja de metal, de esas donde se guardan las herramientas.

Se desahogó un rato más y se enjugó las lágrimas con el puño de su desgastada blusa. Al levantar la mirada, con los ojos todavía vidriosos, vio que el extraño brillo seguía allí, sin moverse del rincón del granero. Cayó en la cuenta de que era casi de noche, así que estaba claro que el sol no podía ser.

Un poco asustada, se acercó despacito a ver de qué se trataba. El fulgor era más intenso a medida que se aproximaba y hasta tuvo que mirar hacia otro lado para que no le deslumbrara. Su sorpresa fue inmensa cuando descubrió que era una enorme mazorca dorada ¡No se lo podía creer! Sus granos eran de oro puro y de ellos salían intensos haces de luz.

La campesina miró hacia arriba ¡El dios le había ayudado atendiendo a sus plegarias! Cogió la mazorca con delicadeza y salió en busca de su marido, que roncaba sobre una hamaca dejando pasar las horas.

Con voz aún temblorosa le contó lo sucedido y el hombre, por primera vez en su vida, se avergonzó de su comportamiento. Comprendió que su esposa había cargado siempre con la responsabilidad de la casa, de los hijos y del duro trabajo en el campo. ¡Era a ella y no a él a quien el dios divino había recompensado!

A partir de ese día, el muchacho cambió para siempre. Vendieron la mazorca de oro y ganaron mucho dinero. Después, arreglaron la casa, compraron un terreno más grande y sus niños crecieron sanos y felices. Nunca jamás volvió a faltarles de nada.

La estructuración de este cuento sigue los tres aspectos que señala; los papeles desempeñados principalmente por una campesina que se ocupa del marido y de sus cinco hijos, en segundo lugar, su marido que es un egoísta y, por último, la mazorca de oro. Compuesto por introducción, nudo y desenlace.

El viaje del héroe que observamos en este cuento se trata tanto de la mujer como del marido. Respecto a la mujer, el hecho de que un día se viera casi sin comida para sus hijos y que con su esfuerzo y rezando a Dios obtuvo una mazorca de oro. Respecto al marido, el hecho de que no ayudara a su mujer en el trabajo y cuando encontró la mazorca de oro cambiara finalmente su forma de ver las cosas y, sobre todo, su actitud.

Como personajes importantes vemos a la mujer (encargada de seguir hacia delante con toda la familia) y a la mazorca de oro. En cierta medida, el padre también es un personaje no importante, pero sí fundamental a la hora de encajar el cuento y sobre todo para explicar el final. Le hizo falta al padre que Dios recompensara a la mujer para hacerle cambiar de actitud.

Las actuaciones que ocurren en este cuento son sencillas y, por lo tanto, entendibles respecto a los alumnos.

Por último, las funciones que aparecen son la carencia (ya que vemos que se trata de una familia pobre que necesita cultivar maíz para poder vivir), el “abandono” por parte del marido que pasa de todo y deja a la mujer sola con una gran responsabilidad, el objeto mágico que recompensa a la mujer por tanto esfuerzo y hace cambiar al padre de actitud (cuando aparece la mazorca de oro), el objetivo una vez aparece el objeto mágico y el matrimonio (=reconciliación de la pareja).

El vocabulario de este cuento, por lo general, es sencillo, lo que nos permite no tener que adaptar el cuento ya que nos garantiza la comprensión de los alumnos.


Algunas adaptaciones son:

Las preguntas de este cuento se centrarán en la actitud y comportamiento egoísta del padre que podemos ver durante todo el cuento:

·      ¿Es un comportamiento egoísta el del padre? ¿Por qué?
·      ¿Cómo habríais actuado vosotros si fuerais el padre?
·      ¿Habríais trabajando y ayudado a la madre?
·      ¿Repartiríais el dinero de la mazorca de oro con el padre?
·      ¿Qué podemos aprender de esta historia?



3. LA BELLA Y LA BESTIA




El tercer cuento elegido es La Bella y la Bestia. Un cuento interesante, triste y bonito a la vez.

Érase una vez un mercader que, antes de partir para un largo viaje de negocios, llamó a sus tres hijas para preguntarles qué querían que le trajera a cada una como regalo. La primera pidió un vestido de brocado, la segunda un collar de perlas y la tercera, que se llamaba Bella y era la más gentil, le dijo a su padre: “Me bastará una rosa cortada con tus manos”. El mercader partió y, una vez ultimados sus asuntos, se dispuso a volver cuando una tormenta le pilló desprevenido.
El viento soplaba gélido y su caballo avanzaba fatigosamente. Muerto de cansancio y de frío, el mercader de improviso vio brillar una luz en medio del bosque. A medida que se acercaba a ella, se dio cuenta de que estaba llegando a un castillo iluminado. “Confío en que puedan ofrecerme hospitalidad”, dijo para sí, esperanzado.
Pero al llegar junto a la entrada, se dio cuenta de que la puerta estaba entreabierta y, por más que llamó, nadie acudió a recibirlo. Entró decidido y siguió llamando. En el salón principal había una mesa iluminada con dos candelabros y llena de ricos manjares dispuestos para la cena. El mercader, tras meditarlo durante un rato, decidió sentarse a la mesa; con el hambre que tenía consumió en breve tiempo una suculenta cena.
Después, todavía intrigado, subió al piso superior. A uno y otro lado de un pasillo larguísimo, asomaban salones y habitaciones maravillosos. En la primera de estas habitaciones chisporroteaba alegremente una lumbre y había una cama mullida que invitaba al descanso.
Era tarde y el mercader se dejó tentar; se echó sobre la cama y quedó dormido profundamente. Al despertar por la mañana, una mano desconocida había depositado a su lado una bandeja de plata con una cafetera humeante y fruta. El mercader desayunó y, después de asearse un poco, bajó para darle las gracias a quien generosamente lo había hospedado. Pero al igual que la noche anterior, no encontró a nadie y, agitando la cabeza ante tan extraña situación, se dirigió al jardín en busca de su caballo que había dejado atado a un árbol, cuando un hermoso rosal atrajo su atención. Se acordó entonces de la promesa hecha a Bella, e inclinándose cortó una rosa.
Inesperadamente, de entre la espesura del rosal, apareció una bestia horrenda que iba vestida con un bellísimo atuendo; con voz profunda y terrible lo amenazó:
- ¡Desagradecido! Te he dado hospitalidad, has comido en mi mesa y dormido en mi cama y, en señal de agradecimiento, ¿vas y robas mis rosas preferidas? ¡Te mataré por tu falta de consideración!
El mercader, aterrorizado, se arrodilló temblando ante la fiera:
- ¡Perdóname!¡Perdóname la vida! ¡Haré lo que me pidas! ¡La rosa era para mi hija Bella, a la que prometí llevársela de mi viaje!
La bestia retiró su garra del desventurado.
- Te dejaré marchar con la condición de que me traigas a tu hija.
El mercader, asustado, prometió obedecerle y cumplir su orden. Cuando el mercader llegó a su casa llorando, fue recibido por sus tres hijas, pero después de haberles contado su terrorífica aventura, Bella lo tranquilizó diciendo:
- Padre mío, haré cualquier cosa por ti. ¡No debes preocuparte, podrás mantener tu promesa y salvar así la vida! ¡Acompáñame hasta el castillo y me quedaré en tu lugar!
El padre abrazó a su hija:
- Nunca he dudado de tu amor por mí. De momento te doy las gracias por haberme salvado la vida. Esperemos que después…
De esta manera, Bella llegó al castillo y la Bestia la acogió de forma inesperada: fue extrañamente gentil con ella. Bella, que al principio había sentido miedo y horror al ver a la Bestia, poco a poco se dio cuenta de que, a medida que el tiempo transcurría, sentía menos repulsión. Le fue asignada la habitación más bonita del castillo y la muchacha pasaba horas y horas bordando cerca del fuego. La Bestia, sentada cerca de ella, la miraba en silencio durante largas veladas y, al cabo de cierto tiempo empezó a decirles palabras amables, hasta que Bella se apercibió sorprendida de que cada vez le gustaba más su conversación. Los días pasaban y sus confidencias iban en aumento, hasta que un día la Bestia osó pedirle a Bella que fuera su esposa. Bella, de momento sorprendida, no supo qué responder. Pero no deseó ofender a quien había sido tan gentil y, sobre todo, no podía olvidar que fue ella precisamente quien salvó con su sacrificio la vida de su padre.
- ¡No puedo aceptar! -empezó a decirle la muchacha con voz temblorosa-, si tanto lo deseas…
- Entiendo, entiendo. No te guardaré rencor por tu negativa.
La vida siguió como de costumbre y este incidente no tuvo mayores consecuencias. Hasta que un día la Bestia le regaló a Bella un bonito espejo de mágico poder. Mirándolo, Bella podía ver a lo lejos a sus seres más queridos.
Al regalárselo, el monstruo le dijo:
- De esta manera tu soledad no será tan penosa.
Bella se pasaba horas mirando a sus familiares. Al cabo de un tiempo se sintió inquieta, y un día la Bestia la encontró derramando lágrimas cerca de su espejo mágico.
- ¿Qué sucede? -quiso saber el monstruo.
- ¡Mi padre está muy enfermo, quizá muriéndose! ¡Oh! ¡Desearía tanto poderlo ver por última vez!
- ¡Imposible! ¡Nunca dejarás este castillo! -gritó fuera de sí la Bestia, y se fue.
Al poco rato volvió y con voz grave le dijo a Bella:
- Si me prometes que a los siete días estarás de vuelta, te dejaré marchar para que puedas ver a tu padre.
- ¡Qué bueno eres conmigo! Has devuelto la felicidad a una hija devota -le agradeció Bella, feliz.
El padre, que estaba enfermo más que nada por el desasosiego de tener a su hija prisionera de la Bestia en su lugar, cuando la pudo abrazar, de golpe se sintió mejor, y poco a poco se fue recuperando. Los días transcurrían deprisa y el padre finalmente se levantó de la cama curado.
Bella era feliz y se olvidó por completo de que los siete días habían pasado desde su promesa. Una noche se despertó sobresaltada por un sueño terrible. Había visto a la Bestia muriéndose, respirando con estertores en su agonía, y llamándola:
- ¡Vuelve! ¡Vuelve conmigo!
Fuese por mantener la promesa que había hecho, fuese por un extraño e inexplicable afecto que sentía por el monstruo, el caso es que decidió marchar inmediatamente.
- ¡Corre, corre caballito! -decía mientras fustigaba al corcel por miedo de no llegar a tiempo.
Al llegar al castillo subió la escalera y llamó. Nadie respondió; todas las habitaciones estaban vacías. Bajó al jardín con el corazón encogido por un extraño presentimiento. La Bestia estaba allí, reclinada en un árbol, con los ojos cerrados, como muerta. Bella se abalanzó sobre el monstruo abrazándolo:
- ¡No te mueras! ¡No te mueras! ¡Me casaré contigo!
Tras esas palabras, aconteció un prodigio: el horrible hocico de la Bestia se convirtió en la figura de un hermoso joven.
- ¡Cuánto he esperado este momento! Una bruja maléfica me transformó en un monstruo y sólo el amor de una joven que aceptara casarse conmigo, tal cual era, podía devolverme mi apariencia normal.
Se celebró la boda y el joven príncipe quiso que, para conmemorar aquel día, se cultivasen en su honor sólo rosas en el jardín. He aquí por qué todavía hoy aquel castillo se llama “El Castillo de la Rosa”.


En este cuento destaca la mágica trama y el inesperado amor que nace entre un príncipe convertido en una salvaje bestia a causa de un hechizo y una joven diferente a las demás del pequeño lugar en el que vive. 

Creo que este cuento es especial ya que es un cuento del estilo típico de “príncipes y princesas” pero que se sale de lo común. Estamos acostumbrados a que el príncipe se enamora de la princesa y viceversa y, en este caso, la figura del hombre, en este caso la Bestia, es algo totalmente contrario a un príncipe.

En cuanto a la estructuración de este cuento está dividido en planteamiento (el hecho de que Bella y la Bestia se conozcan a través de la promesa que hizo el padre de Bella), nudo (en el momento que enferma tanto el padre como la Bestia y Bella está preocupada) y desenlace (finalmente cuando le dice que se casaría con él y este empieza a transformarse y le confiesa el porqué de su aspecto).

En este cuento se transmiten valores muy importantes que, como en los casos de los dos anteriores cuentos, son fáciles de captar y entender por alumnos de 5 o 6 años. Valores como el sacrificio, la bondad y el evitar la superficialidad son valores muy importantes de inculcar en el alumno desde pequeño. 

Las preguntas pensadas sobre este cuento y basadas en los valores que nos quiere transmitir serían:

·      ¿Qué harías tú si conocieras a una persona como la Bestia?
·      ¿Cómo te hubieras sentido si fueras la Bestia?
·      ¿Qué os parece lo que hizo la Bella al conocer a la Bestia?
·      ¿Cómo os imagináis a los personajes de esta historia?


Adaptación usada:

Otras adaptaciones:


CONCLUSIONES

Me pareció buena idea buena idea transmitir parte de los textos folclóricos y así conocer y ver otras formas de pensar. Pienso que es un trabajo literario muy interesante y que no sólo se centra en la narración de la historia. Los tres cuentos los elegiría para niños de 5 o 6 años.

Los cuentos son el primer e importantísimo paso que necesitamos para que el niño se acerque a la lectura. Hay que ser conscientes que actualmente la capacidad de crear o imaginar en los niños, son los padres o los maestros los que tienen la responsabilidad de retomar una literatura en ellos que tanto ha ayudado.

Debemos recordar que los cuentos folclóricos no deben censurarse, ni reducirse con la excusa de que el niño no va a entenderlos. Incluso en una adaptación, aunque se eliminen aspectos o situaciones, siempre hay que respetar la gran cantidad de matices y de imágenes que la historia nos revela y que muchas veces en las adaptaciones infantiles eliminan u ocultan.

Como bien comento en mi entrada anterior, me gustaría reivindicar el valor de los cuentos orales como una actividad lúdica y pedagógica y hacer de la literatura un mundo mágico y gustoso donde no exista el deber y la obligatoriedad, sino la voluntad por descubrir o imaginar nuevos mundos.

¡Espero que os haya gustado! Un saludo.


1 comentario:

  1. Sigue habiendo algún "libro" y las preguntas podrían haber sido mejores y menos inductivas, pero está mejor.

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