¡Hola a todos!
Hoy quería haceros varias
preguntas sobre la Literatura folclórica infantil para después poder comentar.
"¿Qué se entiende por
folclore? ¿Cómo podemos explicar por qué es tan importante el folclore?"
El folclore es la riqueza de cada
pueblo, cada región, o país. Es donde reside la cultura y la tradición de cada
lugar. Por lo tanto, debemos enseñar a los niños a valorar esta herencia, para
que la transmitan de generación en generación. La palabra “folclore” hace
referencia a diferentes aspectos de la cultura popular y tiene tres
características fundamentales: el anonimato,
la oralidad y la multiplicidad de variantes.
Es por ello, que resulta de
especial importancia la incorporación de la literatura oral en la escuela. Este
tipo de literatura supone, como he comentado anteriormente, hacer que el niño
viva la palabra que ha permanecido durante generaciones y a su vez incorporarlo
a su cultura o a otras culturas ancestrales.
El cuento folclórico es un relato
breve de asuntos ficticios y de carácter lúdico surgido de la tradición
oral y que tiene gran herencia cultural.
Los cuentos folclóricos no son
originariamente para niños en la mayoría de los casos y sus moralejas no eran
comunes ya que, como bien sabemos, su principal objetivo era lúdico.
Es importante no confundir
“moraleja” con “enseñanza moral”. Los maestros tenemos que entender que por muy
pequeños que veamos a los niños, son perfectamente capaces de establecer
significados simbólicos y tenemos que potenciar en ellos esa reflexión y no dar
respuestas anticipadas. Sus características son:
es oral, tradicional, anónimo, empírico, regional, no sistemático y universal.
Por un lado, no hay que explicar
los cuentos a los niños pequeños, hay que dejar que decidan ellos lo que están recibiendo
del texto. Por otro lado, es oportuno señalar que los textos folclóricos son
para contar y no para leer (por lo que el lenguaje del texto seleccionado se
cambiará cuando nosotros lo narremos).
Como apuntaba Vygotski, el
desarrollo mental del hombre tiene su origen en la comunicación verbal entre el
niño y el adulto, y este es uno de los motivos por los cuales la literatura
folclórica tendría que estar más presente en el aula.
Podemos decir que una de las
cualidades de los cuentos es la de estimular la fantasía y la imaginación de
los niños y así ayudarles a que desarrollen las habilidades lingüísticas como
su lenguaje, su léxico y sus estructuras gramaticales.
Los cuentos abren al niño un
amplio abanico de posibilidades ya que transmiten una serie de conocimientos,
tradiciones y maneras de ser y de pensar propias, usando la imaginación. Así
pues, se podría decir que, los relatos orales infantiles ayudan a los niños a
conocer y explicarse el mundo. Al igual que estos cuentos sirven para ser contados,
también sirven para ser cantados.
Este proyecto está pensado para
los alumnos del 3er curso de Educación Infantil (niños de 5 y 6 años) ya que es
al final de la etapa de Infantil cuando, normalmente, los niños están en un
momento evolutivo fantástico, no sólo para escuchar cuentos sino también para
extraer los mensajes que más les llaman la atención e imaginarlos. A esta edad,
los niños y niñas tienen una comprensión de la lengua más elevada y es por ello
que les permite analizar e ir más allá del argumento del cuento teniendo la
imaginación siempre presente.
He seleccionado los 3 cuentos
folclóricos más idóneos para contar a los alumnos teniendo en cuenta la versión
más adecuada para estas edades y no basarme en otras adaptaciones.
A la hora de escoger la mejor
adaptación, es importante tener en cuenta el momento evolutivo de los
receptores y que los temas, las situaciones y los valores sean comprensibles y
significativos para dicha edad. En este caso, los tres cuentos seleccionados
son de fácil comprensión.
CUENTOS FOLCLÓRICOS
1. EL PATITO FEO
El primer cuento seleccionado es
el de El patito feo. Este libro
en especial, me parece muy curioso. Trata sobre una mamá pata que tenía un nido
y está esperando a que nacieran sus hijitos. A la mañana siguiente, en un día
muy soleado, nacen los patitos y el último que nace es más grande y de otro
color. La mamá pata decide darles una vuelta y así presentárselos al mundo y
los hermanos le empiezan a menospreciar y a hacerle ascos.
Al dar este paseo, se encuentran
con la vieja vecina de la cinta roja y le dice a la mamá pata que "ojalá
pudiera hacer al patito otra vez". La mamá pata le contesta que "¡eso
ni en broma!", que, aunque sea más feo que los demás tiene buen carácter y
nada en el río igual de bien que ellos.
Pero a medida que pasaban los
días, todo empeoraba y, por lo tanto, el patito feo se escapó durante todo el
otoño y durante todo el invierno buscando algo de refugio. Se encontró con unos
animales espléndidos. ¡Eran cisnes! Entonces, de repente, probó a alzar sus
alas. El zumbido que hicieron sus alas fue más fuerte que otras veces, y lo
arrastraron rápidamente a lo alto. Y en el agua del río vio un reflejo de sí
mismo, pero no el reflejo de un pájaro torpe y gris, sino el de un cisne. Y ahora,
nadie se metía con él, todo lo contrario, le halagaban.
El Patito Feo es uno de los
cuentos infantiles de Hans Christian Andersen más educativos. He
escogido este cuento ya que creo que va acorde con la edad de 5 y 6 años. Creo
que, a esta edad, los alumnos entienden perfectamente “el objetivo” del cuento
(sobre todo el principio).
En cuanto a su estructura, consta de:
- Introducción: Todos los huevos rompen sus cascarones, pero
hay uno que tarda más en romperse. Finalmente, este también se rompe, y los
demás patitos tardan poco en darse cuenta de que es diferente.
- Nudo: El hecho de que el “patito feo” sea diferente provoca
las burlas y el rechazo entre sus compañeros.
- Desenlace: Finalmente, este patito se convierte en un cisne,
y provoca el asombro de todo aquel que se reía de él. Este patito siempre ha
tenido buen corazón a pesar de las burlas que recibía.
El viaje del héroe de este cuento folclórico, se basa en toda la
historia del patito feo, que desde su nacimiento hasta que se convierte en
cisne. Se centra en su aspecto exterior, olvidándose por completo de su belleza
interior.
Respecto al vocabulario del cuento, cambiaría una serie de expresiones que no
me parecen adecuadas para niños de esta edad, ya bien porque les afecte o se
rían o simplemente les haga pensar sobre ello y aprenderlo:
"¡Vaya! ¡Cómo si ya no
fuésemos bastantes! Ahora tendremos que rozarnos también con esa
gentuza". "¡Qué patito tan feo! No podemos
soportarlo." Me parecen expresiones horrorosas para decir a un
hermano.
Pero el pobre patito que había
salido el último del cascarón, y que tan feo les parecía a todos, no recibió
más que picotazos, empujones y burlas, lo mismo de los patos que de las
gallinas. Una vez explicado que el patito no era igual que los demás y que
era “odiado” por todos, no veo necesario volver a explicarlo con esas palabras
(picotazos, empujones y burlas). “El patito se vio acosado por todos.
Incluso sus hermanos y hermanas lo maltrataban de vez en cuando y le decían:
¡Ojalá te agarre el gato, grandullón!”.
Lo que intenta transmitir este
cuento es algo que va a ser necesario para el futuro de los niños y algo muy
importante que pueden reconocer. Ser diferente a los demás no debe
avergonzar a nadie, y mucho menos a los niños.
Es importante también que se
pongan en el papel de ‘El patito feo’. Por ello, haría una actividad separándoles en grupos
de 5 alumnos y representar la escena de los patitos con el patito diferente, de
manera menos vulgar que está explicada en el cuento, y que el alumno que ha
hecho de patito diferente explique cómo se ha sentido.
Las preguntas se centrarán en el comportamiento de los hermanos durante
el principio del cuento. También se tratarán temas como la empatía o aceptar a alguien
tal y como es.
·
¿Cómo ha sido el comportamiento de los hermanos
patitos?
·
¿Es un comportamiento de no empatía? ¿Por qué?
·
¿Cómo creéis que deberían haber actuado?
Adaptación más importante del cuento de Hans Christian Andersen:
Adaptación infantil:
Otras adaptaciones:
2. LA MAZORCA DE ORO
El segundo cuento seleccionado es
el de La mazorca de oro. Pienso que este cuento debería ser conocido por
todo el mundo.
Esta historia es muy diferente a
otros textos folclóricos.
Un día, la muchacha se sentó en
el granero y se puso a limpiar, como siempre, las mazorcas que había recogido
durante la jornada. Eran grandes y tenían un aspecto fantástico. Por unos
momentos se sintió muy feliz, pero cuando se puso a hacer recuento,
comprobó que no había suficiente cantidad para hacer pan para todos y mucho
menos, para vender a los vecinos.
La pobre, desconsolada, se
arrodilló y comenzó a llorar ¿Cómo iba a dar de cenar a sus cinco hijitos si no
podía fabricar bastante harina?… Si al menos su marido la ayudara podrían unir
fuerzas y cultivar más maíz, pero era un egoísta que solamente pensaba en sí
mismo y en su propia comodidad. Miró al cielo y pidió al dios bueno que tuviera
compasión y le diera fuerzas para continuar.
De repente, notó que en una
esquina algo brillaba con intensidad. Se quedó muy extrañada, pero ni siquiera
se acercó; imaginó que se trataba de un rayo de sol que incidía sobre una caja
de metal, de esas donde se guardan las herramientas.
Se desahogó un rato más y se
enjugó las lágrimas con el puño de su desgastada blusa. Al levantar la mirada,
con los ojos todavía vidriosos, vio que el extraño brillo seguía allí, sin
moverse del rincón del granero. Cayó en la cuenta de que era casi de noche, así
que estaba claro que el sol no podía ser.
Un poco asustada, se acercó
despacito a ver de qué se trataba. El fulgor era más intenso a medida que se
aproximaba y hasta tuvo que mirar hacia otro lado para que no le deslumbrara.
Su sorpresa fue inmensa cuando descubrió que era una enorme mazorca dorada
¡No se lo podía creer! Sus granos eran de oro puro y de ellos salían intensos
haces de luz.
La campesina miró hacia arriba
¡El dios le había ayudado atendiendo a sus plegarias! Cogió la mazorca con
delicadeza y salió en busca de su marido, que roncaba sobre una hamaca dejando
pasar las horas.
Con voz aún temblorosa le contó
lo sucedido y el hombre, por primera vez en su vida, se avergonzó de su
comportamiento. Comprendió que su esposa había cargado siempre con la
responsabilidad de la casa, de los hijos y del duro trabajo en el campo. ¡Era a
ella y no a él a quien el dios divino había recompensado!
A partir de ese día, el muchacho
cambió para siempre. Vendieron la mazorca de oro y ganaron mucho dinero.
Después, arreglaron la casa, compraron un terreno más grande y sus niños
crecieron sanos y felices. Nunca jamás volvió a faltarles de nada.
La estructuración de este cuento sigue los tres aspectos que señala;
los papeles desempeñados principalmente por una campesina que se ocupa del
marido y de sus cinco hijos, en segundo lugar, su marido que es un egoísta y,
por último, la mazorca de oro. Compuesto por introducción, nudo y desenlace.
El viaje del héroe que observamos en este cuento se trata tanto de la
mujer como del marido. Respecto a la mujer, el hecho de que un día se viera
casi sin comida para sus hijos y que con su esfuerzo y rezando a Dios obtuvo
una mazorca de oro. Respecto al marido, el hecho de que no ayudara a su mujer
en el trabajo y cuando encontró la mazorca de oro cambiara finalmente su forma
de ver las cosas y, sobre todo, su actitud.
Como personajes importantes vemos a la mujer (encargada de seguir hacia
delante con toda la familia) y a la mazorca de oro. En cierta medida, el padre
también es un personaje no importante, pero sí fundamental a la hora de encajar
el cuento y sobre todo para explicar el final. Le hizo falta al padre que Dios
recompensara a la mujer para hacerle cambiar de actitud.
Las actuaciones que ocurren en
este cuento son sencillas y, por lo tanto, entendibles respecto a los alumnos.
Por último, las funciones que aparecen son la carencia
(ya que vemos que se trata de una familia pobre que necesita cultivar maíz para
poder vivir), el “abandono” por parte del marido que pasa de todo y deja a la
mujer sola con una gran responsabilidad, el objeto mágico que recompensa a la
mujer por tanto esfuerzo y hace cambiar al padre de actitud (cuando aparece la
mazorca de oro), el objetivo una vez aparece el objeto mágico y el matrimonio
(=reconciliación de la pareja).
El vocabulario de este cuento, por lo general, es sencillo, lo que nos
permite no tener que adaptar el cuento ya que nos garantiza la comprensión de
los alumnos.
Algunas adaptaciones son:
https://sites.google.com/site/toskomora/la-mazorca-de-oro
https://steemit.com/spanish/@jlufer/cuento-popular-del-peru-la-mazorca-de-oro
Las preguntas de este cuento se centrarán en la actitud y
comportamiento egoísta del padre que podemos ver durante todo el cuento:
·
¿Es un comportamiento egoísta el del padre? ¿Por
qué?
·
¿Cómo habríais actuado vosotros si fuerais el
padre?
·
¿Habríais trabajando y ayudado a la madre?
·
¿Repartiríais el dinero de la mazorca de oro con
el padre?
·
¿Qué podemos aprender de esta historia?
3. LA BELLA Y LA BESTIA
El tercer cuento elegido es La Bella y la Bestia. Un cuento
interesante, triste y bonito a la vez.
Érase una vez un mercader que,
antes de partir para un largo viaje de negocios, llamó a sus tres hijas para
preguntarles qué querían que le trajera a cada una como regalo. La primera
pidió un vestido de brocado, la segunda un collar de perlas y la tercera, que
se llamaba Bella y era la más gentil, le dijo a su padre: “Me bastará una rosa cortada con tus manos”. El mercader partió y,
una vez ultimados sus asuntos, se dispuso a volver cuando una tormenta le pilló
desprevenido.
El viento soplaba gélido y su caballo
avanzaba fatigosamente. Muerto de cansancio y de frío, el mercader de improviso
vio brillar una luz en medio del bosque. A medida que se acercaba a ella, se
dio cuenta de que estaba llegando a un castillo iluminado. “Confío en que puedan ofrecerme hospitalidad”, dijo para sí,
esperanzado.
Pero al llegar junto a la
entrada, se dio cuenta de que la puerta estaba entreabierta y, por más que
llamó, nadie acudió a recibirlo. Entró decidido y siguió llamando. En el salón
principal había una mesa iluminada con dos candelabros y llena de ricos
manjares dispuestos para la cena. El mercader, tras meditarlo durante un rato,
decidió sentarse a la mesa; con el hambre que tenía consumió en breve tiempo
una suculenta cena.
Después, todavía intrigado, subió
al piso superior. A uno y otro lado de un pasillo larguísimo, asomaban salones
y habitaciones maravillosos. En la primera de estas habitaciones chisporroteaba
alegremente una lumbre y había una cama mullida que invitaba al descanso.
Era tarde y el mercader se dejó tentar;
se echó sobre la cama y quedó dormido profundamente. Al despertar por la
mañana, una mano desconocida había depositado a su lado una bandeja de plata
con una cafetera humeante y fruta. El mercader desayunó y, después de asearse
un poco, bajó para darle las gracias a quien generosamente lo había hospedado.
Pero al igual que la noche anterior, no encontró a nadie y, agitando la cabeza
ante tan extraña situación, se dirigió al jardín en busca de su caballo que
había dejado atado a un árbol, cuando un hermoso rosal atrajo su atención. Se
acordó entonces de la promesa hecha a Bella, e inclinándose cortó una rosa.
Inesperadamente, de entre la
espesura del rosal, apareció una bestia horrenda que iba vestida con un
bellísimo atuendo; con voz profunda y terrible lo amenazó:
- ¡Desagradecido!
Te he dado hospitalidad, has comido en mi mesa y dormido en mi cama y, en señal
de agradecimiento, ¿vas y robas mis rosas preferidas? ¡Te mataré por tu falta
de consideración!
El mercader, aterrorizado, se
arrodilló temblando ante la fiera:
- ¡Perdóname!¡Perdóname
la vida! ¡Haré lo que me pidas! ¡La rosa era para mi hija Bella, a la que
prometí llevársela de mi viaje!
La bestia retiró su garra del
desventurado.
- Te
dejaré marchar con la condición de que me traigas a tu hija.
El mercader, asustado, prometió
obedecerle y cumplir su orden. Cuando el mercader llegó a su casa llorando, fue
recibido por sus tres hijas, pero después de haberles contado su terrorífica
aventura, Bella lo tranquilizó diciendo:
- Padre
mío, haré cualquier cosa por ti. ¡No debes preocuparte, podrás mantener tu
promesa y salvar así la vida! ¡Acompáñame hasta el castillo y me quedaré en tu
lugar!
El padre abrazó a su hija:
- Nunca
he dudado de tu amor por mí. De momento te doy las gracias por haberme salvado
la vida. Esperemos que después…
De esta manera, Bella llegó al
castillo y la Bestia la acogió de forma inesperada: fue extrañamente gentil con
ella. Bella, que al principio había sentido miedo y horror al ver a la Bestia,
poco a poco se dio cuenta de que, a medida que el tiempo transcurría, sentía
menos repulsión. Le fue asignada la habitación más bonita del castillo y la
muchacha pasaba horas y horas bordando cerca del fuego. La Bestia, sentada
cerca de ella, la miraba en silencio durante largas veladas y, al cabo de
cierto tiempo empezó a decirles palabras amables, hasta que Bella se apercibió
sorprendida de que cada vez le gustaba más su conversación. Los días pasaban y
sus confidencias iban en aumento, hasta que un día la Bestia osó pedirle a
Bella que fuera su esposa. Bella, de momento sorprendida, no supo qué
responder. Pero no deseó ofender a quien había sido tan gentil y, sobre todo,
no podía olvidar que fue ella precisamente quien salvó con su sacrificio la
vida de su padre.
- ¡No
puedo aceptar! -empezó a decirle la muchacha con voz temblorosa-, si tanto lo
deseas…
- Entiendo,
entiendo. No te guardaré rencor por tu negativa.
La vida siguió como de costumbre
y este incidente no tuvo mayores consecuencias. Hasta que un día la Bestia le
regaló a Bella un bonito espejo de mágico poder. Mirándolo, Bella podía ver a
lo lejos a sus seres más queridos.
Al regalárselo, el monstruo le
dijo:
- De
esta manera tu soledad no será tan penosa.
Bella se pasaba horas mirando a
sus familiares. Al cabo de un tiempo se sintió inquieta, y un día la Bestia la
encontró derramando lágrimas cerca de su espejo mágico.
- ¿Qué sucede? -quiso saber el monstruo.
- ¿Qué sucede? -quiso saber el monstruo.
- ¡Mi
padre está muy enfermo, quizá muriéndose! ¡Oh! ¡Desearía tanto poderlo ver por
última vez!
- ¡Imposible!
¡Nunca dejarás este castillo! -gritó fuera de sí la Bestia, y se fue.
Al poco rato volvió y con voz
grave le dijo a Bella:
- Si me prometes que a los siete días estarás de vuelta, te dejaré marchar para que puedas ver a tu padre.
- Si me prometes que a los siete días estarás de vuelta, te dejaré marchar para que puedas ver a tu padre.
- ¡Qué
bueno eres conmigo! Has devuelto la felicidad a una hija devota -le agradeció
Bella, feliz.
El padre, que estaba enfermo más
que nada por el desasosiego de tener a su hija prisionera de la Bestia en su
lugar, cuando la pudo abrazar, de golpe se sintió mejor, y poco a poco se fue
recuperando. Los días transcurrían deprisa y el padre finalmente se levantó de
la cama curado.
Bella era feliz y se olvidó por
completo de que los siete días habían pasado desde su promesa. Una noche se
despertó sobresaltada por un sueño terrible. Había visto a la Bestia muriéndose,
respirando con estertores en su agonía, y llamándola:
- ¡Vuelve! ¡Vuelve conmigo!
- ¡Vuelve! ¡Vuelve conmigo!
Fuese por mantener la promesa que
había hecho, fuese por un extraño e inexplicable afecto que sentía por el
monstruo, el caso es que decidió marchar inmediatamente.
- ¡Corre, corre caballito! -decía mientras fustigaba al corcel por miedo de no llegar a tiempo.
- ¡Corre, corre caballito! -decía mientras fustigaba al corcel por miedo de no llegar a tiempo.
Al llegar al castillo subió la
escalera y llamó. Nadie respondió; todas las habitaciones estaban vacías. Bajó
al jardín con el corazón encogido por un extraño presentimiento. La Bestia
estaba allí, reclinada en un árbol, con los ojos cerrados, como muerta. Bella
se abalanzó sobre el monstruo abrazándolo:
- ¡No te mueras! ¡No te mueras! ¡Me casaré contigo!
- ¡No te mueras! ¡No te mueras! ¡Me casaré contigo!
Tras esas palabras, aconteció un
prodigio: el horrible hocico de la Bestia se convirtió en la figura de un
hermoso joven.
- ¡Cuánto
he esperado este momento! Una bruja maléfica me transformó en un monstruo y
sólo el amor de una joven que aceptara casarse conmigo, tal cual era, podía
devolverme mi apariencia normal.
Se celebró la boda y el joven
príncipe quiso que, para conmemorar aquel día, se cultivasen en su honor sólo
rosas en el jardín. He aquí por qué todavía hoy aquel castillo se llama “El
Castillo de la Rosa”.
En este cuento destaca la mágica
trama y el inesperado amor que nace entre un príncipe convertido en una salvaje
bestia a causa de un hechizo y una joven diferente a las demás del pequeño
lugar en el que vive.
Creo que este cuento es especial
ya que es un cuento del estilo típico de “príncipes y princesas” pero que se
sale de lo común. Estamos acostumbrados a que el príncipe se enamora de la
princesa y viceversa y, en este caso, la figura del hombre, en este caso la
Bestia, es algo totalmente contrario a un príncipe.
En cuanto a la estructuración de
este cuento está dividido en planteamiento (el hecho de que Bella y la Bestia
se conozcan a través de la promesa que hizo el padre de Bella), nudo (en el
momento que enferma tanto el padre como la Bestia y Bella está preocupada) y
desenlace (finalmente cuando le dice que se casaría con él y este empieza a
transformarse y le confiesa el porqué de su aspecto).
En este cuento se transmiten valores muy importantes que, como en
los casos de los dos anteriores cuentos, son fáciles de captar y entender por
alumnos de 5 o 6 años. Valores como el sacrificio, la bondad y el evitar la
superficialidad son valores muy importantes de inculcar en el alumno desde
pequeño.
Las preguntas pensadas sobre este cuento y basadas en los valores que
nos quiere transmitir serían:
·
¿Qué harías tú si conocieras a una persona como
la Bestia?
·
¿Cómo te hubieras sentido si fueras la Bestia?
·
¿Qué os parece lo que hizo la Bella al conocer a
la Bestia?
·
¿Cómo os imagináis a los personajes de esta
historia?
Adaptación usada:
Otras adaptaciones:
CONCLUSIONES
Me pareció buena idea buena idea
transmitir parte de los textos folclóricos y así conocer y ver otras formas de
pensar. Pienso que es un trabajo literario muy interesante y que no sólo se
centra en la narración de la historia. Los tres cuentos los elegiría para niños
de 5 o 6 años.
Los cuentos son el primer e
importantísimo paso que necesitamos para que el niño se acerque a la lectura.
Hay que ser conscientes que actualmente la capacidad de crear o imaginar en los
niños, son los padres o los maestros los que tienen la responsabilidad de
retomar una literatura en ellos que tanto ha ayudado.
Debemos recordar que los cuentos
folclóricos no deben censurarse, ni reducirse con la excusa de que el niño no
va a entenderlos. Incluso en una adaptación, aunque se eliminen aspectos o
situaciones, siempre hay que respetar la gran cantidad de matices y de imágenes
que la historia nos revela y que muchas veces en las adaptaciones infantiles
eliminan u ocultan.
Como bien comento en mi entrada
anterior, me gustaría reivindicar el valor de los cuentos orales como una
actividad lúdica y pedagógica y hacer de la literatura un mundo mágico y
gustoso donde no exista el deber y la obligatoriedad, sino la voluntad por
descubrir o imaginar nuevos mundos.
¡Espero que os haya gustado! Un
saludo.
Sigue habiendo algún "libro" y las preguntas podrían haber sido mejores y menos inductivas, pero está mejor.
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